lunes, 20 de febrero de 2012

Poesía en los bares


Lo recuerdo bien, fue el 23 de febrero de 2007. En la balanza un tributo a Platero y tú en Madrid o un recital de poesía en un bar de Illescas, una de las patrias de Alicia, mi novia. La balanza dictó sentencia, cogí el tren y a Illescas. Ganó la poesía.

Llego la noche y me dirigí al recital, donde recibí una lección de poesía de calle, de poesía de pies en el suelo, de rodillas nunca en tierra, de ojos mirando siempre al frente, de puños disparando un “aquí no, los versos a las flores, en la sala de enfrente”. Fue allí, fue a partir de ese día, cuando empecé a ir a recitales donde leían los partícipes de aquel Poesía en los bares, a comprar sus libros, a conocer a otros muchos y otras muchas, a comprar más libros, a conocer una poesía distinta, una poesía que me llena.

Pasó el tiempo y empezaron las cervezas en el Bukoswski Club, local donde gracias a Gsus Bonilla leí en público por primera vez. Donde el Kebran me dijo, Abel, tienes que sacar un poemario. A partir de ahí me empezaron a invitar a participar en más recitales, en antologías, a leer en los Diablos Azules, hasta que llegó la noche del Destroyer, 24 de abril de 2010. Kebran, lo digo aquí y en Lima, es el mejor recital en el que participé nunca y, hasta hoy, no viví nada igual. Te lo dije en su día y aquí lo repito. Gracias amigo, por hacerme partícipe de todo aquello. Allí confirmé que el Kebran amaba la poesía, organizar todo aquello, sin ayuda de nadie, sin pedir nada a cambio, con él único fin de vivir la poesía. Sin dinero de por medio y sin ninguna comedura de polla, sin escuchar eso de El premio es para… Señoras y señores, aquí el premio no es para nadie, aquí se recita y punto.

Y es hoy, cuando leo la última página de la antología coordinada por el Kebran, Poesía en los bares (Ed. Groenlandia), cuando me doy cuenta del alcance de aquel 23 de febrero de 2007. Gracias Kebran, gracias amigo. Levanto mi vaso y brindo por ti, por todo esto. Volveremos a tomarnos unas cervezas en Illescas, volveremos a recitar en los bares.


1 comentario:

Kebran dijo...

Gracias Abel, esperemos que si, que alguna noche, se repita la magia de la Poesía.
Un abrazo fuerte.
Kebran