viernes, 30 de septiembre de 2011

jueves, 29 de septiembre de 2011

Thomas Jefferson, sobre la banca (1802)


Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate.

Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron.

THOMAS JEFFERSON, 1802


viernes, 23 de septiembre de 2011

CARTA ABIERTA DE UNA ALUMNA DE 1º BACHILLERATO


Estos días han circulado por internet multitud de cartas abiertas de profesores tratando de explicar que no son dos horas, que no son ellos los más perjudicados. Que somos nosotros. Me indigna ver cómo todo su esfuerzo no sirve para nada en cuanto algún político deja caer frente a los medios que son unos vagos y que sus protestas se deben a esas dos horas que no dejan de mencionar. Nos manipulan como quieren, sus medias verdades aparecen en las primeras planas de sus periódicos mientras los hechos, las cifras objetivas, quedan sepultadas bajo sus artimañas electorales.

Así que me gustaría compartir mi versión como alumna de secundaria de la escuela pública. No creo en partidos políticos ni me importa a quién le bajen el sueldo o le suban dos horas, me importa mi futuro y el de mi generación.

Hace una semana que comencé 1º de Bachillerato en un instituto de Getafe. No es una mala zona, no hay mucha pobreza y sé que debo considerarme afortunada. No puedo imaginar cómo está la situación en otros institutos de zonas más pobres aquí mismo, en Getafe. No sé si creerme las cosas que me cuentan sobre más de 40 alumnos hacinados en aulas sin material, con profesores más preocupados por salir vivos del aula que por conseguir un buen nivel.

En el mío somos 30, 37 y 33 alumnos de 1º de Bachillerato en las 3 clases. Pensábamos que habría 4 clases, porque hay cuatro opciones de Bachillerato, pero las letras puras (Griego y Latín) han sido desterradas. La profesora de Latín nos decía que estaban protegidas por ley, así que no entiendo cómo ella, junto con mis compañeros que querían estudiarlas, se han tenido que marchar del instituto.

Esta semana no hemos dado prácticamente clases útiles, mi instituto está sumido en el caos. Hemos cambiado de tutor un par de veces por los desajustes en los horarios. Al no haber clase de tutoría no hemos podido elegir delegado, el que se encarga de cerrar el aula con llave durante los recreos, por lo que debemos llevar siempre encima la mochila para evitar los robos. No hay profesores de guardia para vigilar a los alumnos que están solos cuando algún profesor falta, ni siquiera a los más pequeños, recién llegados a secundaria. Los horarios son provisionales, cualquier nuevo cambio ordenado desde la Administración trastoca las clases de todos y exige rehacer toda la organización.

Tengo tres profesores, de lengua, mates e inglés, que en realidad son "medios" profesores. Trabajarán media jornada en mi instituto y la otra media en otro, aunque el descontrol es tal que todavía no han mandado ninguno desde la Administración. Mientras tanto estamos parados durante estas tres horas, o a veces nos juntan en el aula grande a los tres bachilleratos (los 100 alumnos) con un solo profesor para que no perdamos el tiempo. Ni siquiera sabemos en qué grupo de matemáticas estaremos porque los profesores no pueden ponerse de acuerdo en qué sistema usar para dividir los grupos hasta que llegue el que falta. ¿Que tenemos peor nivel que la privada? ¿Acaso creen que en la privada se pierden tantas horas de clase por temas así, que tienen el mismo material, la misma treintena de alumnos por clase?

Los 'desdobles' de las únicas dos optativas que el instituto ha podido ofertar tienen, de nuevo, 30 alumnos por desdoble, incluida Ampliación de inglés oral. ¿Qué tal creen ustedes que funciona una clase de inglés oral con 30 alumnos? Tenemos oportunidad de hablar 1 minuto y medio cada alumno.

Me indignan las mentiras descaradas de Aguirre. Sí que ha habido recortes, lo notamos todos los alumnos, la precariedad y el descontrol generado por la falta de profesores. Todos están dando más de lo que pueden y aun así no es suficiente, no dan abasto con tanto por hacer en pleno inicio de curso escolar y tan pocos recursos.

Mis profesores no trabajan 20 horas. Nos dan 20 horas de clase y luego nos vigilan en el recreo, dan clases de apoyo, se encargan de cubrir las faltas de otros profesores, preparan las clases siguientes. Responden las dudas después de la hora de salida, se quedan ayudando a los alumnos que van peor en sus horas libres. Nos llevan a excursiones, a campeonatos de matemáticas, a concursos de poesía. Llegan los lunes a primera hora con ojeras de haberse quedado de madrugada corrigiendo. Les he visto en la manifestación hoy mismo, junto a sus alumnos, luchando por nuestro futuro. A pesar de todo el caos, las horas perdidas, la falta de material, ellos siguen siempre al pie del cañón, con su pizarra vieja y sus tizas (no todos tenemos la suerte de tener las pizarras digitales de la privada).

Estoy orgullosa de mi instituto y de mis profesores, que me han enseñado a no rendirme y a luchar por mi futuro. Gracias a la escuela pública este año pude optar al Bachillerato de Excelencia en el San Mateo (quedé entre los 50 mejores del examen para el premio extraordinario de la ESO, aunque por supuesto no gané: nadie de la zona sur ganó), pero he decidido seguir en mi instituto público sin presupuesto, que es el que ha hecho que quedase entre esos 50 mejores.

Así que no me voy a callar mientras nos arrebatan la educación pública y nos condenan a una sociedad de clases sin posibilidad de ascender. Si los ricos son los únicos con acceso a educación, los pobres siempre seguirán siendo pobres, eso aprendemos en clase de historia. Tal vez unos cuantos políticos deberían dejarse de propaganda y trapicheos y volver a la escuela a estudiar el Antiguo Régimen, las revoluciones y el movimiento obrero, antes de repetir los mismos errores del pasado.

M. L. G.

Una alumna del IES José Hierro

jueves, 22 de septiembre de 2011

De ruta con Abelius a: Babia (Región leonesa)

Nueva entrada en el fanzine Creatura de Illescas, esa "segunda patria" toledana:

Ahí es donde estoy yo la mitad del tiempo, o eso siempre decían mis profesores y mis padres. Como allí estaba tan agusto, pues dije, vamos allá y, me plante en Babia, una preciosa comarca leonesa junto a 9 amigos y amigas.









Lo de estar en Babia tiene su origen en el Reino de León, ya que es el lugar donde pasaban las vacaciones los reyes y, cuando estaban allí, no se enteraban de lo que pasaba en la corte.
Babia es una comarca leonesa, con unos paisajes impresionantes, famosa por la trashumancia, ya que es donde pasaban los rebaños el verano, antes de partir a Extremadura cuando llegaba el Otoño. Estos viajes se están perdiendo, aunque esperemos que no lleguen a desaparecer.
En esta ocasión escogimos el pico Montigüeiro (2.197 metros), no Montihuero como se empeñan en decir, eso me confirmo una mujer de La Riera de Babia, pueblo del que parte la ruta. Esto es un ejemplo más de la fuerte castellanización que está sufriendo la zona, alguna palabra más en leones me dijo la mujer, como fierro, furaco, ugüecha, etc. Espero que las instituciones respeten la forma tradicional en la toponimia, no creo que sea algo muy difícil.




La ruta empieza muy suave, con una aproximación hacia el pico muy digna de conocer, a través de diversas majadas para las ovejas, aunque ahora estos pastos estén ocupados por vacas y caballos.
Una vez finalizada la aproximación y ya metidos en faena, nos encontramos con una fuerte subida por una ladera que nos avisó de lo que venía después. Una vez superada esa subida, ya empezamos a subir por roca, no se me asusten con esto, en ningún momento hay que escalar, como mucho agarrarse con las manos a las rocas, pero nada serio. Pasado este escollo, breve descanso para superar lo que fue lo más difícil, pasar por unas piedras algo verticales, pero como dije, nada importante. Superado esto, sólo quedaba subir y subir, hasta que por fin, se puede divisar el pico, el eje geodésico y la cruz que lo acompaña, breva bajada para subir otra vez y Voila… Montigüeiro.










Desde aquí se pueden observar unos paisajes realmente alucinantes, con la señora de las montañas, Doña Ubiña al fondo, Laciana a un lado, Omaña y Luna al otro, toda la comarca de Babia, algo espectacular. Fotos de rigor y descendimos un poco para comer un bocadillo, que con el esfuerzo que habíamos hecho y las vistas que teníamos, nos supo muy rico.

El descenso lo hicimos por otro camino, ya que la ruta es circular. Pasamos al lado de vacas y caballos que estaban cerca de los arroyos, ¡No saben nada!
Al llegar al pueblo, nos refrescamos en la fuente, que si no recuerdo mal se construyó en el año 1940 y directos al pueblo de Cabrillanes a tomar una rica cerveza.

Una comarca que recomiendo a todo el mundo, que aunque no se suba a ninguno de sus picos, merece y mucho la pena.
Buena ruta, buena compañía. ¡Nos vemos en la siguiente!


lunes, 19 de septiembre de 2011

Nicanor García Ordiz: Fue por Reyes (Cuento de Navidad)


A la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, en su 10º aniversario.


Cuentan que aquella noche del 4 de enero de 1938, en el Rosellón, hacía una noche de perros. Cuentan, yo no lo sé, que en aquella pequeña aldea asturiana hacía tiempo que esperaban que ocurriera lo que iba a pasar aquella noche. Dicen que llovía a cántaros y que el aire embravecido hacía notar su inquietante presencia arrojando sin piedad contra las paredes de las casas las heladas e incesantes gotas de la torrencial lluvia. Dicen que, protegiéndose como podían, con sus capotes, seis números de la guardia civil, del puesto de Carbayín, fusil en mano, caminaban decididos entre el barro y los charcos de la calle en cuesta de la aldea. Dicen que iban de a dos, con rumbo fijo, amparados por la oscuridad, impertérritos ante la inclemencia del tiempo, guiados por el haz de luz de sus linternas, espoleados por el odio y el afán de venganza de quienes les mandaban. Cuentan que de algún sitio indefinido un perro bravucón y asustado les salió al encuentro, mostrándoles, racial, sus fauces entre despavoridos ladridos. Pese al gran tamaño del animal los guardias no se impresionaron lo más mínimo y continuaron su marcha como si tal cosa. Sólo uno de los que cerraban la comitiva apuntó con su linterna a los ojos del can. Éste, cegado, no vio venir el puntapié que le partió la mandíbula. El llanto lastimero del perro se confundió con el azote del viento y el chucho volvió a perderse, atragantándose con su sangre, por donde había venido. Cuentan, yo no lo sé, que en casa de Álvaro ya dormían. Dicen que fue Concha la que primero oyó los golpes que los guardias propinaron en la puerta. Eso dicen, pero yo no lo sé.

-Despierta, Álvaro. Alguien está llamando –dijo Concha.
-¿A estas horas? Lo habrás soñado –respondió Álvaro, dándose la vuelta en la cama.

Una nueva ráfaga de golpes sobre la puerta de madera despejó toda duda.

-¿Lo oyes? –preguntó Concha.
-Sí, ahora sí, joder –respondió Álvaro sorprendido y asustado, sin saber muy bien qué hacer.
-Ya están aquí, cariño… Vienen a por ti. Ya están aquí –repitió Concha, abrazándose a su compañero, angustiada.
-Tranquila. No pasa nada –Álvaro quiso serenar a Concha.

El joven Álvaro se acercó a una de las ventanas del cuarto. Desde allí no pudo ver nada más que las gotas de la lluvia perseguirse por el frágil vidrio, pero era el lugar más cercano a la realidad de lo que estaba pasando frente a su casa, en la planta de abajo, tras la puerta, y desde donde poder escuchar mejor las respuestas a las preguntas que bullían en su cabeza, si es que alguien le respondía.

-¿Quién llama? –preguntó inquieto.

Obtuvo por contestación una nueva tanda de golpes secos sobre la puerta.

-¿Quién llama? –preguntó más alto.
-Álvaro, seguro que son ellos –advirtió Concha.
-No me responde nadie. Tengo que bajar. Tú no te muevas de aquí –dijo Álvaro, mientras se vestía el mono azul y se calzaba las alpargatas.
-Te van a llevar, cariño. Vienen a por ti. Te van a llevar –Concha estaba aterrorizada.
-Será lo que tenga que ser. No pasará nada. No te angusties, amor –sentenció Álvaro.
-Álvaro, quiero que sepas algo…

El joven clavó su mirada en los ojos húmedos de Concha. No dijo nada, sólo aguardó a oír lo que su compañera tenía que decirle. Concha le tomó una mano con las dos suyas y se lo dijo.

-Álvaro, vida mía… estoy embarazada.

Los dos jóvenes se abrazaron.

-¿Está segura? –preguntó Álvaro.
-Sí, lo estoy. Quería decírtelo mañana, en la noche. Iba a ser mi regalo de Reyes para ti.
-¡Álvaro Ordiz, abra la puerta!

Álvaro no volvió nunca más a su casa. Ni conoció su descendencia. Cuentan que seis meses después de aquella noche de perros, el joven Álvaro Ordiz Sánchez, de 31 años de edad, recién cumplidos, iba a ser ejecutado en el exterior de la tapia del cementerio católico del Salvador, en Oviedo, en la puerta oeste del camposanto, junto a otros 29 hombres, inocentes como él. Álvaro hacía el número 17 en la relación de los ejecutados en aquella hora del alba del día 28 de julio de 1938, y el número 548 de los 1.210 sepultados en la fosa común del cementerio civil.

Cuentan, yo no lo sé, que poco antes de ser conducido a su postrer destino lo vieron garabatear unas líneas en unas hojas de papel que un compañero de la celda de la cárcel le prestó. Dicen que le escribía a su compañera del alma, Concepción Díaz Areces, y dicen que le puso esto en la carta:

Cárcel Modelo de Oviedo, 28-7-1938
Galería 4ª Celda 46

A mi querida Concha: Salud.

Ante estos momentos de angustia y dolor te escribo estas cuatro letras desde capilla. Te digo que muero sereno, tranquilo y orgulloso porque sé que el triunfo está próximo.

Concha querida, cuando ésta llegue a tus manos habré dejado de existir para ti y para el mundo. Que no te amilane mi muerte, vida mía, lleva la cabeza erguida y muy alta. ¡Muero, sí! No como ladrón, ni criminal ni asesino. Tengo la conciencia tranquila de no haber cometido acto alguno de esta índole, cosa que mis nobles sentimientos repugnarían, tú lo sabes, además el hombre que va a morir dice la verdad, no necesita mentir. Muero por ser de izquierdas, por dar el pecho por la República y defender el Gobierno legal, y nuestros intereses de paz, fraternidad, justicia e igualdad. Muero orgulloso, pero los que me quitan la vida serán siempre unos asesinos, destructores de la humanidad proletaria. Resígnate al hondo dolor que en estos momentos te ha de embargar. Yo ya estoy resignado, muero por un ideal y como tal no me importa la muerte. ¡Tan feliz como era a tu lado! Cuando la dicha y el amor más fiel nos rodeaba surge este horroroso espectro de la guerra, deshaciéndolo todo, nuestro amor, nuestra felicidad y nuestro hogar. ¡Qué horrible es todo esto! ¡Qué triste fin el mío!... en fin, perdona amadísima Concha, pero no puedo más, la pluma se niega a continuar rasgando sobre el papel, cada trazo es un girón de mi corazón, los sollozos me ahogan, pienso en ti, en esa criatura que llevas dentro, carne y sangre de mi alma, que nunca veré. Pienso en mi pobre madre, en mis hermanos, en fin… en todos a los que quiero, todos pasáis por mi mente, para todos serán mis últimos instantes. ¡Qué triste no poder besaros ni estrecharos por última vez! Te pido que no me llores, que no me guardes luto, la República hará justicia.

Cuida de nuestro hijo, fruto de nuestro amor inmenso. Procura hacer, una vez triunfe la República, todo lo posible para educarle en mis ideales, que no llegue a ser tan esclavo de la vida como lo fui yo. Y tú, amor, si alguna vez encuentras a un hombre que te quiera de verdad no dudes en hacerlo compañero tuyo y que te ayude en todo lo que haga falta para cuidar de ti y de nuestra criatura, y te pido, Concha, que jamás consientas que hagan burla de ti los que me llevaron a mí a la muerte, porque no tienes que temer nada. Tú sabes que me matan por unos ideales, pero jamás por ladrón o asesino. Cuida a nuestro hijito, hazlo digno del nombre de su padre. Dile siempre porqué muero y te pido por favor, amor mío, que celebréis siempre, siempre su cumpleaños el día de Reyes, para que sepa que él fue el mayor regalo que tú me has hecho nunca. Acordaros de mí y de lo mucho que me hubiera gustado estar a vuestro lado en esos momentos. Concha, recibe el beso frío y póstumo de éste que te quiso, te quiere y desde ultratumba te seguirá amando. ¡Que la suerte os acompañe a todos y no sea lo ingrata que para mí ha sido!

Son las 5,30 de la madrugada y me falta tan sólo una hora.

Hasta la eternidad, amor, tu

Álvaro.


Cuentan, yo no lo sé, que cinco minutos después de escribir esta carta se encendieron las luces de la cárcel, que Álvaro le pidió a un compañero que hiciese llegar a su casa la misiva. Después se oyeron pasos y cerrojazos en las galerías y varios oficiales de la prisión recorrieron divertidos, lista en mano, las celdas donde velaban los reos que habían de morir aquel día. Dicen que vociferaban los nombres de los mártires y que cada uno de los referidos contestaba con un “presente” y después se oía la consabida respuesta del oficial: “vístase”.

Cuentan que cuando Álvaro era conducido por el pasillo, a juntarse con los otros veintinueve sentenciados, en el rastrillo, dejó salir de su pecho un grito de viva a la República, amplificado por el silencio de la noche y el retumbar en la oquedad de la galería. Dicen, yo no lo sé, que luego se oyó el culatazo de un fusil sobre su cuerpo y un quejido angustiado de Álvaro.

Eso es lo que cuentan, yo no lo sé. Lo que sí sé es que este año volveremos a celebrar el cumpleaños de mi madre el día de Reyes, aunque ella nació en agosto. Mi abuelo, Álvaro, lo dejó escrito y desde entonces cada año se cumple su voluntad. Él sigue enterrado en la fosa común del cementerio del Salvador de Oviedo. Mi abuela, Concha, murió hace unos años, sin saber dónde se encontraba sepultado el hombre de su vida. Algún día podrán reposar juntos para toda la eternidad. Algún día de Reyes volverán a estar unidos. Tal vez.

FIN

viernes, 16 de septiembre de 2011

Vicenç Navarro: Carta a diputados y senadores

Querido diputado y/o senador de las Cortes Españolas:

Hace unos días, antes de que las Cortes aprobaran la reforma constitucional y la Ley Orgánica que la complementa, le escribí una carta en la que, considerando la enorme importancia de la medida que se iba a discutir en las Cortes españolas, le pedía que en caso de que se aprobara, usted permitiera con su voto que tal medida fuera sometida a un referéndum para su ratificación, tal y como recoge el artículo 167.3 de la Constitución. Colgué tal carta en la red y, con la ayuda de Actuable, en pocos días casi 150.000 ciudadanos añadieron su firma a tal petición. Desde entonces, la respuesta ha sido enorme. Y las encuestas muestran que la gran mayoría de la ciudadanía española es partidaria de que haya un referéndum que le permita no sólo dar su opinión, sino decidir sobre tal medida, pues, como señala la Constitución, tal referéndum sería vinculante.

Ahora, cuando la reforma constitucional ha sido aprobada por las Cortes, es más necesario que nunca que sea refrendada –bien aprobada, bien rechazada– por la ciudadanía española de la cual deriva todo el poder que tienen las Cortes en su responsabilidad delegada. Cuando un ciudadano vota a una opción política, lo hace en base a su programa electoral. Si una medida de tal envergadura es aprobada por mayoría en las Cortes por miembros de partidos políticos, cuando ninguno de ellos había propuesto esta medida en su programa electoral, esta debiera ser refrendada por la ciudadanía. Tiene que ofrecérsele a esta una oportunidad para expresar su deseo y mandato, pues forzándole sólo a que exprese su oposición o aprobación a tal medida en las próximas elecciones es –espero que usted esté de acuerdo– tener una visión excesivamente limitada y reduccionista de lo que es democracia. El escaso desarrollo de referendos en España, no sólo a nivel central, sino también autonómico y local, parece reflejar un temor a la ciudadanía que no puede justificarse, como lo ha hecho uno de los escritores de la Constitución en unas declaraciones recientes, en base a querer evitar el ejemplo de los plebiscitos durante la dictadura. La homologación de referendos en democracia con plebiscitos bajo la dictadura es, además de ofensivo para la democracia, ignorar y/o confundir la enorme diferencia entre participación ciudadana en una democracia e imposición de una medida gubernamental en una dictadura.

De ahí que no permitir a la ciudadanía que decida en una materia de tal trascendencia es contribuir a la percepción, ampliamente sostenida, de que existe una enorme distancia en España entre los gobernantes y los gobernados. Usted habrá leído que, según las encuestas, la clase política es el tercer problema que la población española indica que existe en España. Admitirá, pues, que ello es un síntoma de que algo no funciona suficientemente bien en nuestra democracia, percibiéndose a los representantes limitados en su representatividad, excesivamente influenciados por intereses ajenos a los de la ciudadanía a la que representa. La toma de decisiones ahora que afectan enormemente a la vida de los ciudadanos, sin haber estos sido consultados, sería un error enorme que aumentaría, todavía más, esta distancia entre gobernantes y gobernados que, según la ciudadanía, existe en la insuficiente y limitada democracia española.

La democracia ha costado muchísimo en España. La democracia no fue, como sectores conservadores señalan, una democracia otorgada, sino una democracia ganada por la presión popular. Costó mucho llegar a donde estamos y no podemos permitirnos que se desacredite y se deslegitime la democracia existente. Cuando usted vote, en un momento histórico, para permitir que haya o no un referéndum, piense por un momento en los miles y miles de españoles fusilados, torturados, prisioneros y exiliados para que usted tenga el honor de representar al pueblo español. Pero este honor conlleva responsabilidades. Y una de ellas no puede ser que usted vote en contra de permitir al pueblo español que sea consultado y sea él el que decida.

Permítame, por último, una nota de aclaración que incluí en el preámbulo de mi carta anterior. Algunos defensores de la medida aprobada niegan que, en sí, la reducción del déficit del Estado que se exige en la medida aprobada afecte negativamente el Estado del bienestar de los españoles. Pero la experiencia histórica muestra que ello será así. Cuando las Cortes españolas decidieron la integración de España en la eurozona, se acordó llevar a cabo el mandato de Maastricht, que exigía que el déficit público del Estado fuera menos de un 3% del PIB. En sí, esta medida no tenía por qué afectar negativamente al bienestar de la población española, pues la reducción del déficit no tiene por qué disminuir el gasto público (la mayoría del cual es gasto social) o incluso evitar su expansión. Los impuestos, por ejemplo, pueden aumentarse, reduciéndose el déficit, y, si los ingresos al Estado se incrementan notablemente, se puede, incluso, aumentar el gasto público social.

Esto es la teoría. Pero, en la práctica, la solución que se escogió fue reducir el gasto público, incluyendo el social. España, que tenía y continúa teniendo el gasto público social por habitante más bajo de la UE-15 en 1993, cuando se iniciaron las medidas de reducción del déficit, vio aumentar su déficit de gasto público social (medido por la diferencia existente de gasto público social per cápita entre España y el promedio de la UE-15) de una manera muy notable. Y lo mismo está ocurriendo ahora. De ahí que tal medida impedirá corregir el enorme déficit social de España. Es probable que usted tenga otra opinión sobre ello. Y respeto su postura. Pero no puede negar la necesidad imperiosa en una democracia de que tal medida se debata y sea aprobada por la ciudadanía de la cual deriva su poder delegado. Espero que en esto esté de acuerdo.


jueves, 15 de septiembre de 2011

Nuberu - Dios te llibre de Castiella

Ni Dios nos libra ya de Castilla. Como dijo un profesor de Derecho Político de la Universidad de León:

"La formación de la Autonomía de Castilla y León es de lo mas interesante e injusto que ha pasado relativo al Derecho Constitucional en España".

Y así estamos, unidos a Castilla en esta Autonomía que no tiene pies ni cabeza, ni para los leoneses ni para los castellanos. En fin, un brindis por Nuberu


martes, 13 de septiembre de 2011

MARCOS ANA: POESÍA


En la vida, creo que en la de toda persona, hay un libro que marca un antes y un después. Un libro, en el que te fusionas con las letras, en el que sientes como cada palabra recorre tus venas y te evades de todo lo que está a tu alrededor en ese momento.

En mi caso ese libro lo leí este fin de semana, con la suerte de que el viernes por la tarde estuve hablando una hora con su autor, una persona que con sus 91 años bajó a recibirme con un abrazo al portal de su casa, una persona que no dudó ni un segundo en participar en un proyecto que estoy llevando a cabo, una persona que bajó a ese mismo portal para despedirme con otro abrazo.

Mientras pasaba cada página del libro, de título “Decidme como es un árbol”, me preguntaba por qué no me hablaron de Marcos Ana en el colegio, en el instituto, por qué su nombre no se escucha en las universidades… por qué de otros si y de él no, quizás sea el miedo, de dar a conocer la realidad de esa dictadura contada en primera persona.

Ni una palabra de venganza, ni un atisbo de rencor, ni una lanza rota a favor del odio. Espero que vuelva a tener la oportunidad de encontrarme con él, toda una lección de vida, gracias Marcos, por enseñarnos a ser.



jueves, 8 de septiembre de 2011

martes, 6 de septiembre de 2011

Carta de una funcionaria andaluza a Manuel Martín Ferrand

Sr. Martín Ferrand son muchos ya los comentarios despectivos y miserables que se están lanzando contra los funcionarios, esa casta, como usted los llama de la que yo formo parte.

Pero es precisamente su artículo de opinión, por venir de quien viene, todo un profesional del periodismo, al que yo, sinceramente creía, objetivo y sensato, el que me ha encendido sobremanera y no quiero pasar por alto mi oportunidad de respuesta porque no ha podido ser más subjetivo, más insensato y sobre todo, más erróneo en sus planteamientos contra nuestra "casta".

En primer lugar, ni yo ni ninguno de los muchos compañeros a los que trato nos sentimos ni tenemos porqué sentirnos servidores de nadie, y mucho menos queremos ser servidos.

Le aclaro que en mi declaración a Hacienda no consta que sea servidora de nadie, sino una empleada por cuenta ajena; en este caso, mi empresa es la Junta de Andalucía, a la que accedí por cierto tras unas duras oposiciones y que tras, 25 años de servicio como Administrativa (es decir 8 trienios), teniendo un complemento de exclusividad que me obliga a trabajar, como mínimo, 110 horas más al año que al personal que no lo tiene y gestionando un Negociado, cobro 1.500 EUR, de los cuales usted se cree muy dueño de rebajar un 20%.

Comenta que por la crisis es el funcionariado el que tiene que ver disminuidos sus ingresos, ¿por qué?, ¿es que en épocas de "vacas gordas" el Gobierno hace conmigo reparto de beneficios?

¿Está usted quizás dispuesto a darme algo de sus ingresos cuando éstos sobrepasen lo que habitualmente cobra?
¿Está dispuesto acaso a hacerlo algún profesional "libre" de este país?

Le pongo un ejemplo muy concreto. Un vecino de mi bloque, trabajador de la construcción, tan discreto en ingresos como yo hasta el "boom" urbanístico, ha podido invertir y comprar 2 pisos más en Sevilla capital. Es cierto, ahora está en paro y yo y toda mi casta hemos contribuido a que pueda cobrar el subsidio de desempleo, porcentaje que pagamos todos los meses aunque a nosotros no nos haga falta, pues jamás lo cobraremos.

Además, usted pretende rebajar mi sueldo un 20% para "repartir" con él y muchos como él que ahora no les va bien. ¿Hablaría usted para que me cediera uno de sus pisos y así dejar la hipoteca del único pisito que poseo y que me está quitando el sueño? Los dos creemos que él no estaría dispuesto, ¿verdad? Pues yo tampoco a darle un 20% de mi sueldo.

Habla también de que pretendemos vivir sin la incertidumbre que acompaña a otros ciudadanos. Pues sí, Sr. Martín, de eso se trata, aspirar a ser funcionarios es aspirar a poco materialmente en la vida, nunca seremos ricos, pero aspiramos a la estabilidad en el empleo, recurso al que puede aspirar cualquier persona, usted también, aprobando unas oposiciones. Por tanto, si yo he aspirado a "ganar poco y vivir tranquila" es un derecho adquirido y no, no me he adueñado de nada ni considero mi puesto hereditario.

Mis hijos se lo tendrán que currar y posiblemente más que los suyos, por venir de una familia más humilde o sencilla como quiera llamarlo.

Y es en este punto donde más me enciendo, ¿con qué derecho se cree para proclamar a los cuatro vientos que mis dos hijos (estoy separada) tengan que vivir con un 20% menos de lo que viven?


Ah!.., y yo declaro hasta el último céntimo que gano (y todos sabemos que eso no es así en todas las profesiones, pues hay mucha "economía sumergida").
Por lo tanto no intente "calentarle" el ánimo a nadie con el hecho de que son los ciudadanos quienes con sus impuestos me retribuyen, nosotros también contribuimos y mucho a las arcas del Estado.

Y una cosa más, considero el trabajo de esta casta mucho más importante para el país que el de su profesión, por ejemplo.
Si no escribe un día un artículo no pasa absolutamente nada, pero si mis compañeros de la Sanidad , la Enseñanza , los Cuerpos de Seguridad... no acudieran a su trabajo... ¿qué ocurriría?

En fin, Sr. Martín piense más lo que escribe antes de hacerlo. Yo lo suscribo por entero, y, en lo que se refiere a la Sanidad , diré (y hace mucho que quiero decirlo): Llame Ud. a un fontanero, o a un electricista, por ejemplo, un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada (y relato dos casos auténticos ocurridos con esos dos profesionales).
- ¿Cree que acudirá alguno a su domicilio?

- ¿Cuanto cree que le cobrará?
- ¿Le hará factura o le tendrá que pagar en cash? además de tener que darle las gracias, aunque al día siguiente fallen las reparaciones. Yo se lo digo: - Después de llamar a los de la Compañía de Seguros de su domicilio, no irá nadie. Al día siguiente, tampoco. El primer día laborable se presentará uno que le facilitara el portero de su finca.
- Le dirá que, si quiere que repare la avería, le tiene que pagar en mano (creo que a eso se le llama dinero negro).
- Estarán en su casa: uno 7 minutos y el otro 14 minutos- Le cobrarán: uno 80 EUR por 7 minutos y otro 93 EUR por 14 minutos.
¡¡¡ No está mal !!!
(Por cierto al electricista se le tuvieron hasta que prestar las herramientas)

Ahora le diré que pasaría si Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) un 24 o un 31 de Diciembre a las 04 horas de la madrugada se diera una fenomenal torta con su coche (Dios no quiera) después de venir de una fiesta de esas a las que sólo pueden ir los que tienen sus ingresos (aunque, la verdad, ustedes siempre suelen ir de gorra a esos saraos, cosa que no nos ocurre a ningún funcionario):
- Acudirán la policía y los Servicios de Emergencia (todos ellos funcionarios que tienen la suerte de trabajar ese día).
- Le llevarán a las urgencias de un Hospital Público (donde se le admitirá aunque Ud. no tenga cartilla de la Seg. Social.
- Le atenderán celadores, administrativ@s, auxiliares de enfermería, enfermer@s, divers@s técnic@s, médic@s, etc... (Todos ellos funcionarios que también tienen la suerte de trabajar ese día).
- Pongamos que sufre un traumatismo craneo-encefálico (repito: Dios no quiera).
Se le llevará a un quirófano ya preparado y bien limpio (también entran en esta función l@s limpiador@s que también tienen la suerte de trabajar ese día).
- Se le intervendrá durante varias horas esa misma noche (no el día siguiente o el otro).
¿Sabe cuanto cobrará por hora el que más cobrará (en este caso los médicos y neurocirujanos)? - Alrededor de 15 Euros netos.
El resto se lo lleva Hacienda (aquí no vale lo del dinero negro) Imagínese lo que cobrarán los demás... ¿Sabe qué ocurrirá si la operación no es de su agrado? Ud. (o el electricista o el fontanero de la historia) nos demandará. Iremos todos a los Tribunales y tendremos muchos problemas.
¿Sabe qué ocurre si uno de sus artículos, o la reparación, no es de nuestro agrado?
¡¡¡ NADA !!!

Entonces, Sr. Martín Ferrand, ¿sigue opinando que se nos debe bajar un 20 % nuestras retribuciones?
Si es así, a Ud., y a los que piensan como Ud., sólo tengo que decirles:

¡¡¡ Váyanse a tomar por el culo !!!

lunes, 5 de septiembre de 2011

Educación, privatización y Esperanza Aguierre


El viernes me encontré con un gran artículo de Ignacio Escolar en su blog, Cómo suele ser habitual. Ese artículo me afecta directamente, ya que mi novia es profesora. Pues bien, navegando un poco más por la red me enconrtré con esta carta de una de esas víctimas de la privatización de esa señora que llegó a la presidencia de la Comunidad de Madrid por uno de los casos más famosos dentro del mundo de los transfugas. Lean la carta y juzguen ustedes mismos:


Eso de la ESO

Diario de un profesor de Secundaria
jueves 1 de septiembre de 2011
No son dos horas


Es admirable lo bien que funcionara la maquinaria propagandística de quienes ostentan el poder. Una maquinaria que ha convencido, en apenas unas horas, a gran parte de la opinión pública de dos hechos que son completamente falsos:

1. Se afirma que el horario actual de un profesor de Secundaria son 18 horas semanales, cuando es -en realidad- de 37,50 h. Contamos aquí -por supuesto- solo las horas legales, pero no las horas extra no remuneradas que muchos de nosotros dedicamos voluntariamente a otras tareas educativas, tales como actividades extraescolares, salidas, viajes, grupos de teatro, jornadas culturales, revistas escolares..., iniciativas que la Consejería no reconoce en modo alguno.

2. Se insiste en que nuestra protesta y la futura (posible) huelga se debe al aumento de 2 horas lectivas y se omite su verdadero móvil: el desmantelamiento de la educación pública.

Sobre esta segunda falacia, y dejando a un lado que una hora lectiva se multiplica por otras tantas horas de trabajo fuera del aula, solo haré algunas puntualizaciones (a las que seguro que mis compañeros pueden aportar muchas más...):

1. No nos quejamos por 2 horas más, pues muchos de nosotros ya dábamos 19, 20 o incluso 21 horas lectivas en cursos anteriores. Somos conscientes de la crisis (es triste tener que volver a recordar que asumimos un notable recorte salarial hace solo unos meses) y por ello mismo, muchos -por no decir todos- estamos dispuestos a asumir ese aumento de horas siempre que se respeten las plantillas y los cupos de profesores actuales. Así, por ejemplo, si en mi centro todos aumentamos 2 horas lectivas pero no se recortan los 10 profesores que han sido suprimidos, podremos hacer desdobles, grupos flexibles, clases con menos alumnos y atender, en definitiva, a nuestros chicos con la dignidad y la dedicación que merecen.

2. El motor de la protesta no es, por tanto, el aumento de horas, sino el recorte de profesores. Recorte que supone dejar en la calle a más de 3000 docentes y hacinar a los alumnos en aulas que superarán, con creces, los 30 alumnos por grupo.

3. Nuestro objetivo no son esas dos horas, nuestro objetivo es defender la enseñanza pública, que se está viendo atacada de modo salvaje y tenaz, con medidas como las siguientes (solo son un tímido extracto de lo que está ocurriendo):

- recorte de casi 100 millones de euros en la pública (la Consejería admite, al menos, 80 mill €);

- "regalo" fiscal de 90 millones de euros a la privada (a través de desgravaciones a quienes puedan pagarse allí la matrícula de sus hijos);

- supresión de las tutorías que dejan de ser hora computable para profesores y alumnos y quedan al libre albedrío del centro, con el consiguiente perjuicio de las familias más desfavorecidas;

- supresión de plazas para nuevos alumnos en FP, EOI, Artes musicales y escénicas..., convirtiendo la enseñanza profesional, de idiomas y artística en un reducto que acabará siendo exclusivo de aquellos que puedan pagarse esa formación;

- supresión de refuerzos, desdobles, orientadores y profesores de Compensatoria (en mi instituto no habrá ni uno solo este año, por ejemplo), lo que más allá de exigir que cada profesor atienda a más 30 alumnos por clase, perjudicará tanto a quienes destaquen por sus altas capacidades como a quienes tengan problemas por lo contrario: todos deberán estar en el mismo grupo al no haber profesores suficientes en el centro para dividirlos por niveles; etc.

Por supuesto, se puede estar o no de acuerdo con estos motivos. Se puede estar o no de acuerdo con nuestra huelga. Se puede estar o no de acuerdo con nuestra lucha por la educación pública. Pero, más allá de la necesaria -y sana- diversidad de opiniones en que se basa toda democracia, no se puede mentir y afirmar que nuestra protesta se hace por un motivo que no es -ni mucho menos- el que nos ha hecho unirnos a padres, alumnos y profesores -de todo tipo de ideologías- por un fin común. Un fin que, desde luego, no son esas 2 horas (¿alguien cree, de veras, que toda la comunidad educativa se levantaría en armas solo por algo así?), sino el desmantelamiento progresivo -y alarmante- de un pilar de toda sociedad: la educación pública.




jueves, 1 de septiembre de 2011

Santiago Alonso Garrote: El dialecto vulgar leonés


Diccionario de Santiago Alonso Garrote sobre el leonés hablado en Maragatería y Tierras de Astorga. Libro publicado en el año 1909 con una gran cantidad de palabras que conozco, ya sea por oirlas en mi pueblo o encuestando a gente tanto en Maragatos, como en El Bierzo, en la Vega del Tuerto o en La Cepeda.




Aquí dejo un par de ejemplos de la nuesa llingua, esa que según unos es un invento (mucho tenía que aburrirse este hombre para inventarse un diccionario) y según otros sencillamente no existe. Os invito a leerlo, seguro que lo entendéis perfectamente.
















Pinchad en las imágenes para agrandar