jueves, 25 de febrero de 2010

Senderismo: Cascadas del Sanguiñal (Tabuyo del Monte - Región leonesa)

El pasado viernes fui con el señor Avelino (del cual no se que adjetivo usar para definir su forma física, superlativa, brutal, bestial…) a ver las cascadas del Sanguiñal, situadas entre las localidades de Tabuyo del Monte y Pozos de Cabrera.


Nosotros salimos desde el pantano de Tabuyo, cruzando el pinar de esta localidad, el cual fue quemado por los militares en Septiembre de 1998 (ya me contarán ustedes la utilidad de tirar bombas en un monte. En mi caso, cada vez que destruíamos un avión teledirigido era un millón de pesetas tirado a la basura, por eso, entre otras muchas cosas, dejé ese mundo).

A medida que subiamos iba aparenciendo la nieve, y las primeras placas de hielo. Llegamos al alto y para luego descender a las cascadas, tuvimos la suerte de verlas medio heladas, que gozada, fotos de rigor, ascensión de nuevo y rico rico bocata de jamón.













Después del descanso subimos al pico Sanguiñal, más fotos y descenso, en este caso muy rápido, ya que empezó a nevar como se si fuese a acabar el mundo.















Después de cuatro meses volví a sentir la sensación de felicidad que da la montaña, y aumentó mi adicción por ella, a si que en quince días, nueva salida. Si tenéis ocasión, visitad esta zona, es preciosa. Y nada más por hoy, solo dejaros la siguiente frase:

"No pido otra cosa:
el cielo sobre mi y el camino bajo mis pies"
(Robert L. Stevenson)




lunes, 22 de febrero de 2010

El cuaderno de Saramago: Ni leyes, ni justicia

Este blog está en mi lista de favoritos, y lo tengo, por artículos como este:

http://cuaderno.josesaramago.org

En Portugal, en la aldea medieval de Monsaraz, hay un fresco alegórico de finales del siglo XV que representa al Buen Juez y al Mal Juez, el primero con una expresión grave y digna en el rostro y sosteniendo en la mano la recta vara de la justicia, el segundo con dos caras y la vara de la justicia quebrada. Por no se sabe qué razones, estas pinturas estuvieron escondidas tras un tabique de ladrillos durante siglos y solo en 1958 pudieron ver la luz del día y ser apreciadas por los amantes del arte y de la justicia. De la justicia, digo bien, porque la lección cívica que esas antiguas figuras nos transmiten es clara e ilustrativa. Hay jueces buenos y justos a quienes se agradece que existan, hay otros que, proclamándose a sí mismos justos, de buenos tienen poco, y, finalmente, además de injustos, no son, dicho con otras palabras, a la luz de los más simples criterios éticos, buena gente. Nunca hubo una edad de oro para la justicia.

Hoy, ni oro, ni plata, vivemos en tiempos de plomo. Que lo diga el juez Baltasar Garzón que, víctima del despecho de algunos de sus pares demasiado complacientes con el fascismo que perdura tras el nombre de la Falange Española y de sus acólitos, vive bajo la amenaza de una inhabilitación de entre doce y dieciséis años que liquidaría definitivamente su carrera de magistrado. El mismo Baltasar Garzón que, no siendo deportista de elite, no siendo ciclista ni jugador de fútbol o tenista, hizo universalmente conocido y respetado el nombre de España. El mismo Baltasar Garzón que hizo nacer en la conciencia de los españoles la necesidad de una Ley de la Memoria Histórica y que, a su abrigo, pretendió investigar no sólo los crímenes del franquismo sino los de las otras partes del conflicto. El mismo corajoso y honesto Baltasar Garzón que se atrevió a procesar a Augusto Pinochet, dándole a la justicia de países como Argentina y Chile un ejemplo de dignidad que luego sería continuado. Se invoca en España la Ley de Amnistía para justificar la persecución a Baltasar Garzón, pero, según mi opinión de ciudadano común, la Ley de Amnistía fue una manera hipócrita de intentar pasar página, equiparando a las víctimas con sus verdugos, en nombre de un igualmente hipócrita perdón general. Pero la página, al contrario de lo que piensan los enemigos de Baltasar Garzón, no se dejará pasar. Faltando Baltasar Garzón, suponiendo que se llegue a ese punto, será la conciencia de la parte más sana de la sociedad española la que exigirá la revocación de la Ley de Amnistía y que prosigan las investigaciones que permitirán poner la verdad en el lugar donde estaba faltando. No con leyes que son viciosamente despreciadas y mal interpretadas, no con una justicia que es ofendida todos los días. El destino del juez Baltasar Garzón está en las manos del pueblo español, no de los malos jueces que un anónimo pintor portugués retrató en el siglo XV.

viernes, 19 de febrero de 2010

Manolillo Chinato: Amor, rebeldía, libertad y sangre

Ha pasado por mis manos este libro, Amor, rebeldía, libertad y sangre, de Manolillo Chinato, del cual os hablé en otra ocasión.
Lo primero que hice nada más acabar de leerlo, fue leerlo otra vez.
Ese amor al campo, a la naturaleza, a la libertad y a enamorarse sólo puede reflejarse así en un papel, si verdaderamente dibujas lo que sientes.

Gracias por dejarnos estos versos, gracias por dejarnos leerte.


Vagabundo

Soy eterno viajero de sueños e ilusiones.
Soy eterno viajero de amores.
Cruzaré los mares en mi barco pirata
con los cañones acenagados
y mi bandera será blanca.

Dominaré los aires como un pájaro
desprendiendo de mi cuerpo
blancas y multicolores plumas de amor y paz.

Cabalgaré por valles y montañas a lomos de mi Gitana
Sin dejar más señal para el retorno
que la sonrisa y la amabilidad.

Escucharé hisotias escalofriantes de viejos.
Contaré historias inventadas
a preciosos niños dulces y traviesos;

y amaré tierna y locamente
a la mujer que merezca del amor puro
de aquel dulce vagabundo.

lunes, 15 de febrero de 2010

Manuel Girón Bazán

A grandes rasgos, Manuel Girón Bazán (1910-1951), natural de Salas de los Barrios fue un guerrillero leonés, que se movía por las comarcas de El Bierzo, La Cabrera y Maragatería en León y Valdeorras en Galicia.
Odiado por sus enemigos y
muy querido por sus amigos y por la gran mayoría de la población de La Cabrera, fue un hombre que estuvo en el monte desde el inicio de la guerra civil hasta su muerte en Las Puentes de Mal Paso (Molinaseca, El Bierzo, León).
El mito Girón surgió porque fue dado por mu
erto en varias ocasiones, aumentando así su leyenda y las ganas de los guardias civiles por darle captura. Su muerte fue fruto de una traición, dirigida por el comandante de la Guardia Civil Miguel Arricivita y llevada a cabo por José Rodríguez Cañueto, culpando de la muerte de Girón a su compañera Alida González.
Para conocer bien la vida de Girón recomiendo los tres siguientes libros:

Donde las hurdes se llaman Cabrera, de Ramón Carnicer

La agonía del león, de Carlos G. Reigosa


El monte o la muerte, de Santiago Macias, vicepresidente de la ARMH (Asociación para la recuperación de la memoria histórica)


Después de muchos años, sus restos fueron recuperados del cementerio del Carmen y ahora descansan dignamente en el nuevo cementerio Montearenas de Ponferrada.











Pues bien, este jueves 18 de Febrero a las 20:00, con motivo del centenario del nacimiento de Girón, en el centro cultural Caja España de Ponferrada proyectan el documental “Girón, el hombre que murió dos veces”. Espero estar presente, y los que podáis asistir, animaros.

http://www.armoniafilms.com: Girón, el hombre que murió dos veces

www.radioleon.com: Girón, de mito a hombre

www.la-cronica.net: proyección: "El hombre que murió dos veces"

martes, 9 de febrero de 2010

Homenaje a las mujeres de la generación del 27 en León

Este Sábado, 13 de Febrero, a partir de las 20:00 horas en el Salón de los Reyes de la Plaza de San Marcelo un grupo de poetas actuales rendirán un merecido homenaje a las poetas de la generación del 27 (calladas y desconocidas por la gran mayoría injustamente), en especial a María Zambrano. A varias de estas poetas las he visto recitar y os aseguro que merece la pena tanto leerlas como escucharlas. Ellas, entre otras han participado en la creación del libro 23 pandoras.

Me cuenta mi amigo Gsus Bonilla que este acto la ha configurado Vicente Muñoz Álvarez, al cual tengo ganas de conocer, ya que solo he escuchado buenas palabras sobre él.

Y poco más que contaros, sólo, dejar esta cita de Clara Campoamor, cuando se debatía esa constitución de 1931, la cual, era de las más avanzadas de la época, hasta que llegaron él, sus militares, sus curas, sus guardias civiles y sus caciques, y a fecha de hoy, así nos luce el pelo.

"Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer
al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que, como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la revolución francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al derecho y no hay sino que empujarla a que siga su camino. " Clara Campoamor, 1 de Octubre de 1931.

http://www.diariodeleon.es: Vicente Muñoz y sus «pandoras» rinden tributo a las olvidadas del 27

jueves, 4 de febrero de 2010

Una vez más, Benjamín Prado

Hoy he agregado un nuevo link. Se trata del blog de Benjamín Prado.

http://benjaminprado.blogspot.com

No es su blog oficial, ya que no tiene, pero si uno que está avalado por él, en el que varias veces escribe y en el que aparecen noticias suyas sobre conferencias, actuaciones, artículos etcétera.

Ya he indicado varias veces en este blog que para mí Benjamín es el mejor poeta de momento. Pero desde que he leído “Mala gente que camina” también lo he elevado a uno de los mejores novelistas.
Hoy, para inaugurar el nuevo enlace, voy publicar un artículo suyo:

En Madrid no hay mar, pero solo a veces

En Madrid no hay mar, pero sólo a veces, y el poeta Pablo Neruda está muerto, pero no siempre. Esas dos extrañas frases me las acaba de decir Juan Urbano para explicarme lo que le ha parecido la exposición que acaba de ver en la sede del Instituto Cervantes, en la calle de Alcalá, que se llama Amor al mar y reúne la primera colección de caracolas de Neruda y algunos de los libros de su biblioteca. Cuando llegó a Madrid desde Cádiz, Rafael Alberti escribió "¡Qué altos los balcones de mi casa! / Pero no se ve el mar: / ¡qué bajos!", sin darse cuenta de que el mar era él; y cuando unos años más tarde vino desde Chile su amigo Neruda y se instaló en el barrio de Moncloa y en el mismo sitio donde ahora viven algunas de las chicas más guapas de la ciudad, en la Casa de las Flores, el mar se multiplicó por dos al sumar la playa de la que venía uno y la playa hacia la que iba el otro, es decir, las de El Puerto de Santa María e Isla Negra. Neruda vivió en Madrid y viceversa, porque a él lo mató en 1974 una mezcla de cáncer y desolación, en un Santiago de Chile donde los buitres se posaban sobre el Palacio de la Moneda, pero Madrid se ha hecho inmortal en sus poemas y nunca dejará de ser, por ejemplo, la capital heroica de su libro España en el corazón. Eso sí, al apostarlo todo por nosotros salió perdiendo, porque España en general y Madrid en general no le han devuelto el cambio: ¿por qué no hay una estatua de Neruda allí mismo, delante de la que fue su casa, para honrar a ese hombre que fue parte de nuestra literatura y de nuestra historia, que vino a defender una república que no era suya, que fue el otro lado del mar de la Generación del 27 y protagonizó junto a Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, el propio Alberti o el joven Miguel Hernández alguno de sus actos más sobresalientes? ¿Por qué La Violetera sí y él no? Madrid no es agradecida con los poetas que la han escrito, y para comprobarlo no hace falta más que recordar el abandono lamentable en el que sigue el proyecto de convertir el chalet del propio Aleixandre en un centro de estudio de la poesía. ¿Cuántas veces se ha anunciado que el edificio de la antigua calle de Welingtonia en el que siempre vivió el premio Nobel lo iba a comprar y rehabilitar el Ayuntamiento? Una menos de las que lo ha incumplido.
Al mirar la hermosa exposición del Instituto Cervantes uno no ve sólo caracolas, sino también toda una época de nuestra cultura que se llama Edad de Plata porque es la más brillante que hemos tenido después de la de Oro, o sea, que después de Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, Góngora o Calderón hay que escribir Lorca, Cernuda, Alberti y, al otro lado del océano, Neruda o Huidobro, a los que hoy no habrían querido empadronar los racistas de guante blanco que gobiernan algunos de nuestros municipios, que además de no tener conciencia no tienen memoria, ni histórica ni de ninguna otra clase.

Neruda es el otro lado del mar de la Generación del 27 y por eso es tan oportuna esa exposición de las caracolas que él coleccionaba igual que coleccionaba botellas, diablos de arcilla o mascarones de proa, porque si te pones una de esas conchas en el oído, te recordará que hubo un tiempo en el que este país recibía a los extranjeros como si no lo fuesen y los transformaba en uno de los nuestros. También fuimos de los suyos, cuando hubo que huir de los asesinos en 1939, meterse en un barco como el Winnipeg, que organizó el propio Neruda, y buscar una segunda vida en Chile, o México, o Argentina. ¿Qué fue de la palabra solidaridad? ¿Qué es la memoria histórica? Pregúntenselo a las caracolas de Neruda, que ha vuelto a Madrid para convertirlo, otra vez, en un hermoso puerto de mar.

lunes, 1 de febrero de 2010

Canciones comunes

Que tienen en común un hombre que está viviendo en Tenerife de nombre Andrés, una mujer que vive en Madrid de nombre Esther, un hombre que vive en San Román de la Vega de apellido Palmero y otro que está escribiendo esto mientras busca su destino.

¿Os suena un tal Quique González…?