Conocí a Felipe Zapico, Zapi, el año pasado en el recital Dolores de poesía en los bares. Hace un mes volvimos a coincidir en la celebración del 40 aniversario del CCAN y hace tres semanas recitamos, entre otros, en el Laboratorio Social de León.
En el CCAN fue donde compré su libro, Balances Parciales, ilustrado por otro leonés, Javier Zabala. Debo confesar que nunca pensé que su poesía fuese de esa manera; sensible, muchas veces dolido, otras veces bebiéndose de un trago las penas, otras veces diciendo adiós desde la distancia del tiempo, noches mirando por la ventana los paisajes de la soledad. No lo conozco mucho, más bien casi nada, pero hay que tener un corazón muy grande para ordenar tus sentimientos de esta manera a través del camino que para mí, son los versos de un poema. Quiero decirte, compañero, ¡Enhorabuena por el trabajo!
No tuve ocasión de decirte adiós
en realidad nunca llegué a hablar contigo
pero quiero que sepas
ahora que soy mayor
que si te vuelvo a ver
te diré adiós
morderé tus labios
mientras te desmayas entre mis brazos
y me iré sin decirte adiós.
1 comentario:
enhorabuena abel, tengo ganas de tener este libro
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