lunes, 23 de enero de 2012

Carmen Conde: Los que no encuentran amparo


Carmen Conde: Los que no encuentran amparo, de su libro Canciones de nana y desvelo, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juevenil en 1987

IBAN caminando
cuando se encontraron
hombres ya dormidos
y les despertaron.

-¿Queda gran camino
para descansar;
nos vendrá la noche
sin poder llegar?-

Ellos les miraron
con sus ojos frí­os,
se dieron la vuelta
y otra vez dormidos.

Iban caminado,
caminando iban;
no asomó a sus labios
ninguna sonrisa

cuando se encontraron
a orillas de un rí­o
otra vez durmiendo,
a los hombres mismos.

Se quedaron quietos,
su angustia asomando:
pues eran los mismos
que no contestaron

cuando mucho antes,
por otro camino,
ellos preguntaron
como a su destino.

El más joven dijo
con suave voz:

-¿Querréis contestarnos
si os pregunto yo...?-

Pero, se durmieron
dando cara al rí­o
que siguió corriendo
moviéndose esquivo.

Otra vez andaban,
el paso cansado,
por el polvo oscuro
de sudor mojado...

Otra vez la noche
y otra vez el dí­a,
nadie contestaba,
nadie respondia.

Tuvieron que echarse
rendedios al suelo:
a esperar la muerte
o a esperar el sueño.

Entonces el sueño
desde el otro lado
se quejó también
de estar cansado.

Se encendió la aurora,
pájaros cantaron
y ellos, con trsiteza,
su andar reanudaron.

Eran unos cientos,
eran unos miles,
eran más millones
eran inservibles.

Habí­an trabajado
montones de tiempo,
y ahora suspiraban
por estarse quietos.

-¿Dónde está -decí­an-
el lugar seguro?
¿Por dónde se escapa
de este suelo duro?

Nadie contestaba,
porque no costestan
a cualquier pregunta
que así­ lo requiera.

Se juntaron todos,
se hicieron pared;
se fueron fundiendo
en negro troquel.

Ya no caminaban...
¿Para quéseguir?
Eran de cemento,
eran de marfil;

eran una masa
compacta,ajenada;
eran unos seres
que nada esperaban,

¡Cómo resentí­a
la tierra su plomo!
Por librarse de ellos
prorrumpió en mil chorrros

de fuego, de lacre,
de oxí­geno lí­quido.
Estalló en volcán
de mercurio ví­vido.

Así­ terminaron
los que caminaban.
Así­ contestaron
cuando preguntaban.


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