Como campamento base elegimos el pueblo de Póveda de la Sierra, lugar que me recomendo Pepelu, con el que compartí este viaje.
La ruta del sábado fue circular, por la zona del Puente de Peñalen. Comenzamos a la vera del rio Tajo, en ligera ascensión. Al ser Otoño, las variedad de colores en los árboles hacía de este tramo un paraje espectacular. Siguiendo el curso del rio un gran número de animales nos encontramos por el camino. Gracias a Pepelu, que me recomendo llevar unos pequeños prismáticos, pude verlos mucho mejor. A medio recorrido descanso y a disfrutar de un gran bocata.
Por la tarde continuamos un relajado paseo, mientras hablamos de los Gancheros, profesión que yo desconocía, pero gracias a las indicaciones del compañero y los paneles explicativos me acerco a ese mundo. Eran hombres que bajaban troncos de árboles desde la zona del Alto Tajo hasta Aranjuez. Quiero recomendar el libro de Jose Luis Sampedro “El rio que nos lleva”.
Caminando nos encontramos con el “Puente de Peñalen” desde lo alto. Puente que fue destruido en la Guerra Civil y reconstruido sobre el año 1943. Seguimos con nuestro recorrido pasando ahora sobre el rio dirigiendonos donde estaba el coche para ir a cenar y descansar a la casa rural. Me gusta comer platos típicos allá donde voy, por eso en esta ocasión cenamos una ricas migas manchegas, carcamusas, regado con un vino manchego.
El domingo nos dirigimos a la Laguna de Taravilla y al Salto de Póveda. Continuamos para dirigirnos al cañón del Tajo en el entorno del “Puente de Martinete”, el cual sepera las comunidades de Guadalajara y Cuenca. Es curioso pensar como una línea administrativa se puede sobrepasar cruzando un simple rio con gran facilidad, mientras en otros lugares es sinónimo de muerte, mafias y demás tramas que se resumen en el famosa frase: Homo homini lupus (El hombre es un lobo para el hombre), quizás debamos plantearnos si el progreso es tal.
Aparcamos y comenzamos a caminar por el cañón, viendo algunas formas en las rocas impresionantes. Unos poco kilómetros más adelante, nos encontramos con el citado puente, nos adentramos en la provincia de Cuenca y subimos una elevación, para contemplar el cañón en toda su magnificencia. Allí arriba nos comimos un gran bocata, mientras hablabamos que era un lujo para nosotros comer en un lugar con esas vistas en pleno campo.
Posteriormente descendimos hasta el vehículo y dimos por finalizada la ruta.
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1 comentario:
Muy interesante nota! qué ganas de conocer ese lugar...
besos!
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