Que decir sobre este hombre, creo que cualquier adjetivo se queda escaso. Empecemos por el principio. En el viaje a Extremadura con mi novia, aprovechammos para ir a su pueblo, Puerto de Bejar, en la provincia de Salamanca. Allí tiene su bar, con buena comida, con mucha madera y piedra, con una chimenea para esos días de invierno, pero sobre todo, había un algo muy acogedor.Manolo dijo un día que si se perdía, que lo buscasen en Extremadura, en ese viaje comprendí el porqué, naturaleza, eso es Extremadura, naturaleza. Bueno, a lo que vamos, una vez en el bar nos tomamos una cervecilla, le entregué un papel borratajeado por mi, con el escrito de Raigañu. Despues de haberlo leido tuvimos una pequeña conversación, acabamos las cañas, foto de rigor y a otra cosa.
Cuando salí por la puerta del bar me di cuenta que había hablado con una de las personas más sencillas, que más quieren lo que hacen, más contentos están con su modo de vida y sobre todo, que mejor escriben lo que sienten, porque Manolillo, entre otras muchas cosas, es eso, UN GRAN ESCRITOR.
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