viernes, 28 de mayo de 2010

La crisis y la fábula del burro

Un señor se dirigió a una aldea donde nunca había estado antes y ofreció a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran.

Buena parte de la población le vendió sus animales.

Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio, 150 por cada burrito, y otro tanto de la población vendió los suyos.

Y a continuación ofreció 300 euros y el resto de la gente vendió los últimos burros.

Al ver que no había más animales, ofreció 500 euros por cada burrito, dando a entender que los compraría a la semana siguiente, y se marchó.

Al día siguiente mandó a su ayudante con los burros que compró a la misma aldea para que ofreciera los burros a 400 euros cada uno.

Ante la posible ganancia a la semana siguiente, todos los aldeanos compraron sus burros a 400 euros, y quien no tenía el dinero lo pidió prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca.

Como era de esperar, este ayudante desapareció, igual que el señor, y nunca más aparecieron.

Resultado:

La aldea quedó llena de burros y endeudados.

Hasta aquí lo que contó el asesor. Veamos lo que pasó después:

Los que habían pedido prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar el préstamo.

Quienes habían prestado dinero se quejaron al ayuntamiento diciendo que si no cobraban, se arruinarían ellos; entonces no podrían seguir prestando y se arruinaría todo el pueblo.

Para que los prestamistas no se arruinaran, el Alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero estos, ya cobrada gran parte del dinero, sin embargo, no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguió igual de endeudado.

El Alcalde dilapidó el presupuesto del Ayuntamiento, el cual quedó también endeudado.

Entonces pide dinero a otros ayuntamientos; pero estos le dicen que no pueden ayudarle porque, como está en la ruina, no podrán cobrar después lo que le presten.

El resultado:

Los listos del principio, forrados.

Los prestamistas, con sus ganancias resueltas y un montón de gente a la que seguirán cobrando lo que les prestaron más los intereses, incluso adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarán a cubrir toda la deuda.

Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida.

El Ayuntamiento igualmente arruinado.

Resultado¿ final?:

Para solucionar todo esto y salvar a todo el pueblo, el Ayuntamiento bajó el sueldo a sus funcionarios.

Mi opinión: Esos son vuestros políticos (no os olvidéis de votar en las próximas elecciones).

El funcionario que con un gran esfuerzo se ha sacado la oposición (El que diga que los funcionarios viven muy bien, que no hacen nada, que vaya pandilla de vagos, tiene a su disposición los temarios y todos los años salen plazas, no se a que espera) ve reducido su salario sin comerlo ni beberlo. Para solventar esta crisis, bajamos los sueldos a los trabajadores, una medida muy "socialista".

Los dos próximos años hay elecciones, como dije antes, no os olvidéis de votar, pero yo, no quiero ser cómplice de esta vergüenza.


3 comentarios:

Mara dijo...

Realmente vergonzoso y lo peor aún está por venir. Saludos.

silvia dijo...

En realidad, creo q para poder protestar hay que votar, siempre se puede votar NULO,que como sabes no va para la mayoría, si no que es la única forma que tenemos de demostrar que no comulagamos con las ideas de ninguno de los partidos.Así, estás ejerciendo tu derecho al voto, y como consecuencia, poder opinar al respecto durante los 4 años siguientes.

Quedando en casa, sin dar tu opinión, creo q si eres cómplice de esto que bien denominas "vergüenza.

Abel dijo...

Votar nulo o en blanco está bien, pero con una abstención elevadísima, se iban a acojonar los del circo.