La semana pasada fui con mi cuñado al nacimiento del río Sil, entre las comarcas leonesas de Babia y Laciana, no muy lejos del Principado de Asturias. Esta ruta está muy bien señalizada por la Asociación Cuatro Valles, de la cual solo tengo buenas palabras.
La ruta empieza en La Cueta de Babia, pero antes de llegar al pueblo pasamos por un puente en la carretera de Villablino a La Cueta, un puente de una altura importante y con una vista espectacular.
Comenzamos cruzando el pueblo, siguiendo el cauce rio arriba, siguiendo las indicaciones de los postes. Abandonamos el rio y subimos por su margen izquierda, donde nos encontramos varias casetas para pastores (en una de ellas acompañados de varios mastines leoneses hablamos con el pastor, el tema de conversación fue el ataque de los lobos). Y subiendo subiendo, llegamos a la zona de las fuentes del Sil, en teoría el punto más alto de la ruta, pero allí cerquina divisamos Peña Orniz (2.191 m), la cual no está indicada en la ruta, pero ya se sabe, las montañas están para subirlas, a si que arriba. Desde lo alto se divisa Laciana, Babia, Asturias, Peña Ubiña, los Picos de Europa. Este fue uno de los lugares en los que más a gusto he comido.
Después de reposar la comida descendimos siguiendo hasta la Laguna de las Verdes, donde nos detuvimos un momento para posteriormente seguir con la ruta, la cual al ser circular, nos lleva al punto de partida, es decir, a La Cueta. En el pueblo nos refrescamos los pies con el agua del "Riu Sil", fresquina fresquina. Nos subimos en el coche, jarra de cerveza en Villablino y regreso a Astorga.
Sobre este rio y su nacimiento ha escrito Roberto González-Quevedo (Palacios del Sil, 1953), uno de los escritores más importantes en llingua llionesa:
El ríu Sil yera´I corazón que mandaba la sua sangre de nieve por val.le. Yera'I dios de los pueblos, la divinidá que retumbiaba nos corrientes, nos pozos ya nas vueltas. El Sil yera la naturaleza pura. (...) Xuntu al Sil que baxaba de la nieve pasaba, entós, un fierrucarril que sacaba´l carbón de las muitas minas qu'afuracanon los val.les cercanos a Palacios. Aquel tren yera una manifestación física más del cáncer de la mina. Hay un estudiu sobre las minas nun l.lugar del mundu ya esi estudiu tien esti título: "Comimos el carbón de la mina ya las minas comiénonnos a nos". Imposible expresar mechor el ciclu diabólicu de la minería: reventar los montes pa después dexar abandonaos esos montes ya la xente qu´entrou nas entrañas de la montaña.
Como en todo momento hay una canción, en este caso, por las ventanas del coche salían las voces de dos tíos con una sonrisa eterna dibujada en la cara y con las imágenes de uno de los parajes más bellos de la región leonesa, mientras Bob Marley nos regalaba su música.
2 comentarios:
andarín.
que madrí empieza a hervir.
Pero que cuñado mas guapo tienes.
Tu cuñado.
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