martes, 12 de mayo de 2009

Un leonés en el corazón de Castilla

Este fin de semana estuve en tierras sorianas, visitando a la familia política. Antes de contar mis experiencias, quiero hacer hincapié en dos puntos:
  • Histórico: En Soria hay gran devoción por Alfonso VIII, rey de Castilla. Este hombre estuvo en continuo enfrentamiento con Alfonso IX, rey de León, e intento conquistar sin éxito Astorga, situada a tres kilómetros de mi pueblo. Alguien entiende que dos regiones tan enfrentadas históricamente puedan pertenecer a la misma comunidad autónoma.
  • Político: Creo que en mi vida he visto tantas banderas de un territorio. Ni en Francia, que mira que les gusta, ni en Italia, ni en Cataluña... Es obsesivo lo de estos hombres de la junta, me hace pensar en épocas oscuras de la historia.
Al margen de esto, Soria me gustó, es más, volveré a visitarla. Es una tierra con un gran peso histórico y literario. Con la compañía de Machado fui a ver el Olmo al que escribio, representando en él la enfermedad de su mujer Leonor. Este puede ser el poeta que más me guste, es uno de los grandes.


Estuve en San Juan de Duero, declarado el año pasado cuarta maravilla del
románico español, por detrás de San Isidoro de León, la catedral de Santiago de Compostela y la catedral vieja de Salamanca. Es digno de visitar. Levantado en el siglo XII por los caballeros de la orden militar de los sanjuanistas.




Me di un paseo por el rincón de Bécquer, esquina donde en verano sacan sus
terrazas, un buen lugar para sentarse a descansar, y pensar por ejemplo, en las leyendas sorianas del autor, en la del monte de las ánimas, el rayo de la luna o los ojos verdes





Cuando estaba atarcediendo fui a dar un paseo por el rio Duero, y me encontré
con la ermita de San Saturio, construida sobre la roca. Dicen los lugareños que en esta roca vivía este anacoreta visigodo. La actual ermita se construyo en el siglo XVII, con la misma estructura que había anteriormete, es decir, la del Temple, esos caballeros guerreros que se crearon en teoría para custodiar entre otras cosas, el Camino de Santiago.





Tambien estuve por algunos lugares de la provincia, como el Burgo de Osma, ciudad que sinceramente me decepcionó.



Por Numancia, situada en la localidad de Garay, antiguo asentamiento celtíbero que como no, cayó en manos romanas. En este Cerro sopla el viento a todas horas todos los días del año. Como los romanos no podían conquistarla, construyeron una muralla de nueve kilometros para rodearla, hasta que los numantinos se murieron de hambre o se suicidaron, que tios estos romanos, unos cachondos vamos.

Y para un servidor, lo mejor, fue el cañón del rio Lobos, yo soy hombre de campo y de montaña, y cosas como estas, no se ven todos los días. Hice una ruta pequeñina, de tres kilometros, hasta una ermita templaria y una cueva, digno lugar de visitar.









Me faltó por ver la laguna negra, donde se inspiro Machado para escribir la novelas de Alvar González, pero la veré.


Dicen de la gente de Soria que son muy secos, que no te hablan, que son muy... Yo no tuve esa experiencia. Un hombre me acompañó hasta la tumba de Leonor, la mujer de Machado, y estuvo un rato conmigo hablando sobre el poeta y sobre Bécquer, y no me olvido de Gerardo Diego, el cual tambien escribio a esta ciudad. Otro dato, y este ya está por encima de casi todo, fue el choque de manos que me di con otro atlético viendo el tercer gol de mi equipo, y la charla de despues, sin conocerme de nada, y eso que yo no soy el tio más sociable del mundo.

Buenos recuedos me llevo de esa ciudad, tambien supongo, que contara la compañía, la cual me brindo un trato excelente, a ellos tres, gracias desde dentro. Tengo una con vosotros en la cuenta del debe. Y eso, que me gusta viajar, que hay que viajar, como dice Manolillo Chinato, un poco más allá de las fronteras, las cuales están para eso, para traspasarlas.




1 comentario:

igoron dijo...

abeeeeeeeeeeeeeeeel...

esa camiseta de corazón atlético

vaya cosa guapa... yo estube en Soria hace ya... pero no me acuerdo de todo ésto...