Al grano, aquella noche del mes de febrero de 2008, aquel tributo al poeta David González organizado por el fanzine Creatura de Illescas, me sirvió para conocer a mucha buena gente.
A raíz de aquello vinieron las jam del Bukowski, Diablos Azules y Aleatorio en Madrid y más adelante, manda narices que tuviera que conocerlas a través de amigos de la villa y corte, los Dolores de poesía en los bares de León.
A raíz de aquello vinieron las jam del Bukowski, Diablos Azules y Aleatorio en Madrid y más adelante, manda narices que tuviera que conocerlas a través de amigos de la villa y corte, los Dolores de poesía en los bares de León.
Leyendo estos tres libros me di cuenta que llevo sin ver a muchas de estas personas demasiados años, pero la vida es un viaje y no todos pasamos por las mismas estaciones. Algunas, incluso, no las volvemos a pisar.
Para eso están los libros, los recitales y la memoria. Desde aquí, a todas ellas, un fuerte abrazo. Como dice Escandar, que la poesía pague los destrozos.
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