martes, 19 de mayo de 2020

Illescas-Madrid-León. Nexo de (mi) unión, Charles Bukowski

Esta cuarentena me está sirviendo, entre otras cosas, para poner al día lecturas pendientes, incluso, de años. Dicen que la nostalgia es cosa de románticos y que en el fondo, no sirve más que para hacerte daño. Qué quieren que les diga, a mi, me gusta.




Al grano, aquella noche del mes de febrero de 2008, aquel tributo al poeta David González organizado por el fanzine Creatura de Illescas, me sirvió para conocer a mucha buena gente.



A raíz de aquello vinieron las jam del Bukowski, Diablos Azules y Aleatorio en Madrid y más adelante, manda narices que tuviera que conocerlas a través de amigos de la villa y corte, los Dolores de poesía en los bares de León.



Leyendo estos tres libros me di cuenta que llevo sin ver a muchas de estas personas demasiados años, pero la vida es un viaje y no todos pasamos por las mismas estaciones. Algunas, incluso, no las volvemos a pisar. 



Para eso están los libros, los recitales y la memoria. Desde aquí, a todas ellas, un fuerte abrazo. Como dice Escandar, que la poesía pague los destrozos. 


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