Fue la primera voz que escuché aquel febrero en Illescas, fue la primera voz que conocí de la poesía "bukowskiana" madrileña. Con ella y con sus letras, hasta hoy, hasta siempre: Isabel García Mellado
hijo de puta el tiempo
que no le regresa a mi madre los sueños partidos
los que se tuvo que comer con patatas
los "hija, no entiendo nada"
hijo de puta, dices
hijo de puta tu canto a la nada
tu incapacidad adquirida para enamorarte de la vida
hija de puta tu inocua mirada
hija de puta cualquier cosa que le rompa la sonrisa a mi hermana
hijo de puta tú
que te llenas la boca de mierda hablando de quienes no conoces
y te llenas, también, la despensa de carcajadas atroces
que provienen de las coces que repartes
hijos de puta tus amiguitos
reunidos en fiestas de champán y de rutinas de gominas
tan iguales que nunca supe distinguirlos unos de otros
hijos de puta el dolor que le torturó el niño a mi hermano
hijo de puta quien no se muera ahora mismo de pena
al recordar aquellos ojos negros de aquel negro niño
hijo de puta el contraste que nos escupe el capitalimso
hijo de puta el que hizo las armas
hijo de puta el que las usa
hija de puta la muerte cuando llega antes
hija de puta la vida si se pone perra
hija de puta tu voz, que m esparrama por las aceras
y me deja colgada de faroles, y de vinos, y de suelas
de otros hijos de puta
que sólo piensan en su puta entrepierna
hijas de puta las tijeras que quieren cortarnos la lengua
cuando decimos verdades tan putas
como que la más puta de todas las verdades
es siempre, y también, la más tierna
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