martes, 13 de enero de 2009

Cuando eramos... niños

Esa mañana al levantar la persiana, me despojé de 20 años,
las Nieves cubrían el patio, otra vez ellas, como protagonistas.
Me abrigué y fui a jugar por la ciudad, entonces apareció,
fue esa niña, la que sin conocerme, me tiro esa bola de nieve,
tenía una mirada pícara, traviesa, pero inocente.

Ese acto me hizo recordar lo que todos fuimos, niños.
Recordé ese libro, El principito,
el protagonista, viajando, encontraba a diferentes personas, los mayores.
El rico, que acumulaba estrellas, sin saber muy bien para que,
el geógrafo, con sus libros, que nunca salió de su hogar a buscar esas montañas,
el hombre del farol, que nunca le busco explicación a su labor...
Esa niña me hizo ver el contraste,
entre ella y las personas trajeadas con las que me cruzab
a.
Demasiado serios para agacharse a coger una bola,aunque lo desearan,
demasiado serios para ser naturales,
demasiado serios para ser.
Las horas de trabajo, aunque sean innecesarias, nos proporcionan dinero,
es ese dinero, el culpable, que nos olvidemos hasta de ellos,
de los niños.
En ese momento, empezamos a desatender (nos-los),

olvidamos para que estamos aquí,
y pensamos que lo hacemos solo por el hecho de tener más estrellas,
aunque muchas veces, no sepamos ni en que cajón guardarlas.

En ese libro, un hombre vendía unas pastillas que quitaban la sed,
sobre un total de 57 minutos a la semana lo que nos ahorrábamos,
el principito dijo, que con esos 57 minutos,
él iría muy despacito a una fuente a beber agua,

probablemente, el otro, los dejara escapar por la acequia.

Fue entonces, cuando hice mi bola de nieve,
y la tiré, con todas mis fuerzas,
a la otra punta del parque.
En ese instante me sentí libre, feliz, volví a ser un niño,
porque aunque avancemos en edad, nunca debemos olvidar eso,

que fuimos niños, y lo que importa es disfrutar, con lo que tenemos,
aunque sea con una bola de nieve,
ya ves… tan simple.
Espero no verlas nunca derretirse en un escaparate.
Esas bolas, esos muñecos y esos parques son gratis,
¿Te vienes a jugar conmigo?

Abel Aparicio González - 2009



2 comentarios:

Julio Vegas dijo...

... Hay veces que leer algo duele, y más se te identificas en algún momento... creo que todos tenemos nuestros momentos: principito, geográfo, astrónomo, serpiente,.. Días y días, según nos levantemos.

No sé quien lo dijo, pero la vida, te come, y después se hace caquita contigo

Lamas dijo...

Te he dejado un premio en mi blog!! Un besito!!