Esta noche, sentado en un bar, con mi cerveza,
recordé como en ese mismo lugar,
algo se resquebrajaba.
Volaban palabras disfrazadas de puñales,
nos tirábamos a dar, sin entender,
que no luchábamos en dos bandos
nos estábamos inmolando, y eso,
me duele más que mil zarpazos.
Como más veces he escupido sobre folio,
quítale a la montaña más alta su cumbre,
quítale a la puesta de sol su mar,
quítale al mejor verso sus letras,
quítale a la noche su luna,
quítale a un lugar tu presencia,
quítale a tu rostro tu sonrisa y hallarás la respuesta
La busco a mi pregunta.
No importa lo que hago,
si me olvido quien se sienta a mi lado.
No juguemos a la guerra,
ese juego, para los que aman a las balas,
para los que engañan al pueblo,
con el pretexto de una bandera y con el fin de su dinero.
Tú y yo valemos más que eso,
tú y yo no entendemos de guerras,
caminamos en la misma dirección
y juntos subiremos al torreón más alto
para disfrutar de eso, de la vida, pero juntos
Abel Aparicio González - 2008