viernes, 22 de noviembre de 2013

El llobu falambaldre

Yo sabía que mi abuelo Cesáreo (San Román de la Vega - 1921) tenía imaginación, -en sus años mozos hacía teatro y a veces improvisaba, quizás le venga de ahí-, pero lo que no sabía es que fuera capaz de inventarse una lengua, así, directamente. Pero si quedé sorprendido con su capacidad inventiva, más lo hice con su capacidad de difusión, ya que en Berlanga del Bierzo pude comprobar que la lengua que mi abuelo oculta públicamente debido a las burlas que sufría cuando la usaba -incluso castigo al decir la palabra emburriar, como me contó - también la conocen. En otros pueblos como Rabanal Viejo, Andiñuela, Foncebadón, La Baña, Cabanillas y Colinas del Campo pude comprobar en primera persona  el poder expansivo de mi abuelo. Algunos de esos lugares mi abuelo aún no los conoce, pero si la lengua que él inventó, esto me resulta curioso, ¿no cree amigo Pedro Trapiello?

Decir que “si no hay gramática no hay lengua” es un argumento casposo y tardofranquista demasiado fácil de debatir para salir del puño y letra de un literato como usted, ¿el castellano no existió hasta que no se empezó a escribir? Que la Junta de Castilla y León esté ignorando su propio estatuto de autonomía (Art. 5.2) al no regularizar su protección, uso y promoción no quiere decir que el leonés no exista. Por otro lado, quizás ignora que el primer estudio gramatical del leonés se hizo en 1906, abarcando  todo el dominio lingüístico, desde Asturias hasta Miranda do Douro –donde tiene reconocimiento oficial- pasando por León y Zamora.

Otra de sus ilustres frases, “las hablas leonesas (…) como voces fronterizas”, ¿puede decirme que frontera marca un pueblo como el mío que está a 3 kilómetros de Astorga?, ¿puede indicarme que frontera marca La Carballeda zamorana donde se escribieron unas preciosas llogas en leonés?, ¿puede explicarme que frontera dibujan La Cepeda y El Órbigo con sus Cuentos en dialecto leonés? y la más importante, ¿quién es la gente como usted para impedir que yo disfrute del privilegio de hablar y promocionar el leonés?

Para finalizar con este apartado, veo su escaso o nulo conocimiento de un tema del que se permite opinar y menospreciar al usar muchas palabras -a veces sin ningún sentido- en la variedad central del idioma asturleonés que en la provincia de León nunca se sintieron como por ejemplo toes les cazurres o les pelotes. Sobre las asturianadas como usted lo denomina y que también se usan en Zamora prefiero no entrar, sería tan fácil rebatirlo… quizá esperaba más de un escritor de su nivel.

Otra traza maestra en su escrito es la de mezclar lengua y política. Ninguna persona de las que entrevisté o escuché estaba metida en política, mi abuelo con su poder de invención y difusión, tampoco. Personalmente nunca recibí un euro por entrevistar a personas, organizar actos, escribir poemas, hacer carteles o acudir a entrevistas, al contrario, me costó dinero, pero es muy sencillo para gente como usted, desde su tribuna de opinión, atacar cualquier asunto con el que discrepa, aunque sea sin ningún argumento, como es el caso. Se permite llamar bobos a los que como yo nos interesamos por esta lengua, sumándose de forma directa a los que castigaban y ridiculizaban/ridiculizan a aquellos que sí la utilizaban/utilizan. Como consecuencia de ello, estas personas se niegan a trasmitirla a sus hijos, hijas, nietos y nietas. Hace un par de años, unos compañeros cuando fueron a entrevistar a las personas mayores de un pueblo del Bierzo Alto para preguntarle por palabras en leonés, recibieron como respuesta: “¿Qué vienen a reírse de nosotros?” Parte de la culpa de esta respuesta la tiene gente como usted, gracias por la parte que le toca. Si hace el favor, dedíquese a escribir sobre lo que domina y conoce. Se hará un favor a usted mismo y a gente como mi abuelo y en consecuencia, a gente como yo.

Pd.: Un artículo de opinión sobre el leonés que escribí para el periódico digital http://astorgaredaccion.com es el más movido en Facebook, a ver cuánta gente mueve el que usted publicó este lunes 18 de noviembre en el Diario de León. Como dice un rapero, El Chojín, no es bacileo, es curriculum. Envío-y un saludu dende La Cepeda.



 El Teixu, Rede pal Estudiu y Defensa de la Llingua Asturllionesa

No fotis,rapaz.
Artículo publicado por Pedro Trapiello el lunes 18 de noviembre en el Diario de León. 

Todo pueblo tiene un tonto y un campanario, dice un viejo saber que rueda anónimamente.
Son el cupo, cuota que toca.
Y teniendo un tonto y  un campanario, lo normal es que el tonto se suba ahí, dada su inclinación a sobar badajos.
Uno de los badajos del leonesismo barato es la imperiosa necesidad de tener una lengua propia para dar el campanazo del que quiere proclamarse distinto a toda costa… y después, convertirla en lengua única haciéndola normativa, oficial y lectiva pa tous y toes les carrurus y cazurres, así que propusiéronse inventar una que jamás existió… otra cosa son las hablas leonesas, tan ricas, diferenciadas y matadas en olvidos como voces fronterizas que fueron y que ante sus ojos se pudren sin que se les caiga una lágrima… ellos están a lo que están, a lo suyo, al leonés.
Pero por eso, por no existir el leonés (si no hay gramática no hay lengua), ni siquiera han logrado ponerse de acuerdo al llamarlo, diciéndole unos lleounés, otros llïonés, aquellos lleunés…o lleonés o llionés sin diéresis o como le cuadre pintarrajearlo a cada cual sin bajarse de su burra… y de la torra.
Asombroso, ¿Nunca existió y ahora existe? Milagu, ho.
Pero a lo bobu a lo bobu, algunus ya van llograndu colocase nel cuentu (al amparo de concejalías, cursos, aplicaciones escolares, tallerines, enchufes) y ese cinismu llingüísticu que sacáronse del aforru les pelotes, catecismo contaminau por bables y llingüistes asturianus a los que copoia vergonzantemente la rapacería lengüera lleounesista, predicando indistintamente como el único leonés desde Laciana a Campos o de Riaño a la Valdería, comarcas que tuvieron palabrario y giros propios, fonéticas singulares y hablares que nadie recata de sus cunetas y muertes… así que querer enterrarlos bajo una pretendida lengua que en esos sitios jamás se oyó ni se habló, se me antoja asesinato imbécil e imperdonable… y si lo hace quién alardea de defender la cultura leonesa, merece que le metan por el culo un diccionario… o dos.
En fin, si el lingüista cazurru nos cuela asturianadas por leonés, ¿no vendrá algún día otro bobo a colar catalán por lo de Gaudí?... pues dile ¡no fotis, rapaz!

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