miércoles, 7 de enero de 2009

Era invierno, la estación de las Nieves

Se presentaba fría la mañana, las Nieves estaban en las montañas y también en mi cabeza, con la diferencia que estas últimas no se derretirán nunca de mi memoria, y seguirán cayendo copos, y en cada copo un recuerdo tuyo mientras yo siga en pie, ya que solo muere lo que se olvida, y querida abuela, estate segura que nunca morirás.

Ahora mismo no sé donde estarás, tú ya cumpliste, y espero que sea cierto que exista ese lugar en el que tú creías, poca gente se lo merecerá más que tú.

Yo sigo por aquí, conociendo esto un poco más, intentando mantener tu legado al nivel que me enseñaste; al nivel del café de esas tardes de instituto; al nivel de esas visitas cuando caía enfermo y por la ventana te veía bajar la cuesta, y a mí, sudando entre las mantas, se me escapaba una leve sonrisa, sabiendo que siempre cumplías; al nivel de esas conversaciones de tolerancia que me inculcabas, solo con un poco de ellas, todo sería más fácil, mejor.

Nunca olvidaré esas cenas, ni esas tardes de brasero mientras caían una tras otra, las magdalenas que preparabas. Fuiste buena hermana, solo tú, con tus manos supiste unir una fractura que no se debió producir, fuiste buena madre, buena esposa, como abuela... ojala yo pueda ser la mitad con mis nietos...

Ahora que ya no paseas por la calle, esa en la que siempre sopla el viento, ni te sientas en tu sofá, tu bastón será un punto de apoyo cuando lleguen mal dadas, y en cada momento bueno, un rincón estará ocupado por ti, ya que tú serás partícipe de cada logro, por eso que escribí hace tiempo... Gracias por enseñarme a ser.

Abel Aparicio González - 2009

4 comentarios:

Ander dijo...

Animo Abel. Un muy bonito resumen de una vida seguro intensa, pero ella habría estado contentísima de haber dejado en tí esa sensación en la boca, que se lee en tus recuerdos.

Muchas fuerzas para seguir un camino sin miguitas, pero conocido.

Gsús Bonilla dijo...

abelius,
que vaya un lo siento con
un abrazo,
te lo dije y te lo digo ahora.

so bastante necio
para explicarme en ciertas circunstancias,

pero
algo es algo.

abrzo amigo.

Kebran dijo...

Desde el conocimiento de tu dolor, estimado Abel. Para ti, mi más sincero abrazo
El Kebran

Lamas dijo...

Precioso. Un abrazo fuerte y mucho ánimo.

Besines