Un buen
amigo, del que no diré su nombre por si la fiscalía del Estado lee este
artículo, me regaló 7 de los 12 números que vieron la luz del conocido fanzine
maragato “De Cortos”. Durante un pequeño rato, imaginé que este fanzine se
publicara hoy en día y cuáles serían las consecuencias, visto lo ocurrido con
la sentencia del Tribunal Supremo pidiendo a César Strawberry un año de cárcel por escribir 6 tuits o la
petición de 2 años y medio de cárcel a Cassandra por hacer un chiste sobre Carrero Blanco, el mismo Carrero Blanco que aupó al
poder a Felipe González, sí, el exconsejero de Gas Natural, los de la subida de la luz. Pero
claro, es normal que estas cosas pasen, ya que Unidos Podemos está gobernando con
su estilo bolivariano. ¡Ah, perdón!, que está gobernando el Partido Popular con el
apoyo del PSOE y Ciudadanos.
A lo que
vamos, si en este 2017 “De Cortos” se publicara de nuevo, imagino cuales serían
las reacciones, y digo imagino eh, que no quiero pasar por la cárcel. Bien, el
PAL-UL tacharía a sus autores de comunistas, de romper Astorga, España y por
supuesto, echaría la culpa a José María Jáñez y a Javier Rodera de financiar el
fanzine. La “Pluma imbécil” sacaría un artículo en su periódico
insultando a los autores, llamándoles venezolanos, cubanos, coreanos o iraníes,
pero por supuesto, nunca saudíes, no vaya a ser que Felipe Sex, el de mi quinta, se enfade. El director de teatro de
los chascarrillos y el humor picantón escribiría en esa página de referencia
mundial, donde los argumentos y el análisis político son estudiados en las
universidades más prestigiosas, de nombre AntiPodemos Astorga, que las personas
que colaboran con el fanzine están obedeciendo órdenes de Pablo Iglesias y son gestionados
por Óscar González y Juan Carlos González. Toda la culpa para los podemitas,
claro. A todas las concejalías del Excelentísimo Ayuntamiento llegarían hojas
impresas con informes de los comentarios en RRSS sobre el fanzine y las
críticas hacía su gestión (un saludo desde aquí a la persona que realizaría
esta tarea). En el PSOE dirían que sí pero no, que es demasiado visceral y que
la libertad de uno acaba donde empieza la del otro. Luego se abstendrían y así
saldría adelante la ley de seguridad ciudadana o ley mordaza promovida por el Partido Popular.
Hasta algún aficionado invicto del equipo de fútbol de la ciudad soltaría
exabruptos del mismo calibre de los que usan contra los inmigrantes, aunque si
esto sigue así, tendrán que ser ellos los que emigren en busca de trabajo. Ya
saben, las contradicciones del racismo.
En fin, este
fue mi ejercicio de imaginación, amenizado con una canción de Boikot del año
2004, hoy desgraciadamente tan de actualidad. En esa canción se escucha lo
siguiente:
Hitzen munduan mugitzen gara aske izan
nahian kaiolan libre garela ezin onartuz / (Nos movemos en el mundo de la palabra, queriendo ser
libres. No podemos aceptar que somos libres en jaulas).