Estas palabras fueron pronunciadas por Juan Carlos Mestre en el acto del X aniversario de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en el teatro Bérgidum de Ponferrada:
No hay, no hay ya palabras que estén a la altura de esta emocionante conciencia de resistencia que es la memoria.
El fascismo es algo más que una terrible estructura de sometimiento y de tensión, es algo más que la legalización del crimen. El fascismo ha sido la negación de la memoria de la dignidad humana. La soberbia obstinación de mentir. El cambiarle el programa a las palabras.
Cuando un ser humano deja de ser un ser humano, cuando empieza a ser llamado rojo, cuando empieza a ser fácil pegarle un tiro en la nuca a un adjetivo. Tal vez, en noches como esta uno piensa qué otro sentido podría tener la poesía que no fuera la fundación de un acto ya nuevo o reiterado de conciencia, palabras sin dueño en la república de los vencidos, donde la verdad del ángel de los ciudadanos sigue siendo el imperativo categórico de recordar.
Pero no solo la memoria, sino situar en el lugar de la memoria la justicia en el lugar donde no hubo justicia, poder volvernos a enfrentar y mirar a la cara del fascismo para decir que la memoria es recordar los sueños aún pendientes de ser soñados. Es devolver también a los muertos, no ya el nombre de los olvidados, no el nombre de los vencidos, sino la voz de nosotros que seguimos teniendo el testimonio, porque somos los sobrevivientes y los testigos.
Ellos, son los dignos de compasión. Ellos son sin duda los bienaventurados, pero ellos fundamentalmente, desde las oscuras cavernas de la historia siguen siendo los jefes de un pueblo en la noche, aquellos que aferrados con las manos desnudas al relámpago de la emoción, siguen diciendo desde las cunetas: soy inocente, tengo derechos, no me mates.
La memoria no sólo es recordar, la memoria es restablecer la justicia en el lugar donde no hubo justicia, porque la justicia, la justicia, la utopía de los sueños, la única justicia de los sueños, amigos, es no darle en el tiempo la razón a los verdugos.